El sacerdote del santuario Watatsumi, ubicado en la isla Tsushima de la región de Nagasaki, anunció recientemente por medio de Twitter que a partir de enero se prohibirá la entrada de extranjeros al templo, señalando la falta de respeto al lugar en mismo, así como a los feligreses que acudían.
Dentro del tuit, el sacerdote explica que la prohibición se debe a un incidente ocurrido a finales del año pasado con visitantes de Corea, argumentando el mal comportamiento y una conducta agresiva por parte de éstos.
El sacerdote explica que actualmente el santuario recibe una ‘excesiva’ cantidad de turistas. Según él, en un solo día puede haber de 30 a 40 camiones que visitan el tempo y buscan tomar fotos dentro del mismo.
Y aunque la prohibición cubre a extranjeros de todo el mundo, el sacerdote hace hincapié en los turistas coreanos, esto debido a que la ubicación del templo se encuentra entre Japón y la península de Corea, provocando la gran afluencia de turistas en el santuario.
Además, el sacerdote enlista una serie de faltas de respeto que ocurren con los coreanos y han provocado el cierre del templo a los extranjeros:
- Youtuber filma dentro del santuario sin ningún permiso
- Los turistas ingieren alimentos dentro de los terrenos del santuario
- Vandalismo y robo de talismanes
- Los Guías turísticos no respetan el santuario ni a los feligreses
- Bloqueo de caminos por gran cantidad de turistas en un mismo punto
Tras los incidentes, el sacerdote explicó que la decisión de prohibir la entrada a los turistas es para preservar lo sagrado del santuario y que esta disposición no busca discriminar a ninguna persona.
Sin embargo, tras la prohibición impuesta por el sacerdote, los extranjeros siguen visitando el santuario. Además señala que los guías turísticos son los que principalmente siguen trayendo viajeros al templo, y cuando el sacerdote intenta hablar con ellos, estos reaccionan de manera agresiva.
Si bien, la decisión del sacerdote parece bien justificada con todos los argumentos mostrados por él, es bien sabido que a lo largo de la historia existe una tensión entre Japón y Corea.
Un ejemplo es el caso de la isla Tsushima que ha sido un punto de discusión entre las dos naciones. Esto debido a que a pesar de que la isla forma parte de la región de Nagasaki, la ciudad surcoreana Changwon reclama que el territorio forma parte del país coreano.
Con este contexto, parece ser que la situación entre el sacerdote y los turistas coreanos no parece resolverse tan fácil. Si bien, el destrozar y vandalizar un lugar público es un delito grave, restringir el acceso a las personas, ya sea por su nacionalidad o raza es inclusive peor.
Fuente: Otaku PT