Hace unos días, nueve personas fueron arrestadas en China por promover valores extremistas y anti-nacionalistas. Uno de ellos es una artista que dibujaba al pueblo chino como cerdos, los otros ocho son jóvenes denominados como jingri o “japoneses espirituales”, quiénes se identifican culturalmente con algunos valores promovidos en Japón.
El término comenzó a extenderse en Asia en marzo del año pasado, cuando dos jóvenes fueron arrestados en China por usar uniformes militares japoneses de la Segunda Guerra Mundial.Se ha comentado también que este reciente interés por la cultura japonesa surge de series como Kantai Collection.
El último incidente, que sucedió el pasado 28 de julio, fue la primera vez que hasta nueve personas, que se identificaban a sí mismos como jingri, fueron arrestados el mismo día.
Según The Beijing News, uno de los arrestados es una dibujante de 22 años de apellido Zhang. Se informa que la artista dibujó cómics que representan a los chinos como cerdos.La policía la arrestó bajo sospecha de “deformar la historia china de mala fe y perturbar el estado de las cosas dentro y fuera del país”. Además, un colaborador de 36 años de apellido Lu también fue arrestado por presuntamente ayudar a difundir los cómics de Zhang en redes sociales.
El portal de noticias Yahoo! Japón, define a los “japoneses espirituales” (o jingri, como son conocidos en china) como un grupo de origen chino que gusta del anime y cosplay japonés. Sin embargo, para la Liga de la Juventud Comunista de China esta palabra se refiere a los chinos que se identifican con el nacionalismo japonés y la época militar de la Segunda Guerra Mundial, y que expresan desprecio por su propio país.
Las acciones de Japón en los tiempos de guerra con China siguen generando polémica en ambos países. El gobierno chino sostiene que Japón no ha hecho lo suficiente para disculparse por los asesinatos en masa y otros crímenes de guerra que cometió, como la Masacre de Nanjing en 1937, que mató a más de 300 mil personas según las estimaciones oficiales.
La otra cara de la moneda, es que el gobierno chino tiene un historial de arrestar personas por su arte, que de acuerdo a su criterio consideran (o no) políticamente incorrecto o tabú. El año pasado, una mujer recibió una condena de 10 años y seis meses de prisión por escribir novelas yaoi.
Fuente: ANN